jueves, 17 de agosto de 2017

La Esquina de San Jacinto: entre lo religioso, lo político y lo comercial

La Esquina de San Jacinto: entre lo religioso, lo político y lo comercial.

Por: Javier Alfredo Villamizar López

La Esquina de San Jacinto, Mercado de San Jacinto o Plaza El Venezolano, es un espacio comercial, turístico y recreacional en la populosa Ciudad de Caracas, esta cuadra está comprendida al norte por la esquina de San Jacinto y la esquina de Doctor Paúl y hacia el sur por la esquina de Sociedad y la esquina el Chorro. La historia de esta cuadra la podemos dividir en tres momentos claramente definidos ajustado a la época:
1.-Religioso.
2.-Político.
3.-Comercial, Monumental y Recreativa.
¡Si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca.!... Valiente frase del EL Libertados Simón Bolívar pronunciada en la Plaza de San Jacinto en 1812

Como primer momento, esta cuadra nace durante la ocupación española, luego del desplazamiento de las cultura originarias del valle de los Toromaimas (hoy conocido como centro de Caracas), este cuadrante fue cedido a la orden de los Dominicos, orden predicante (monásticos y aostólicos), mendicante y de línea escolástica, donde perteneció Santo Tomás de Aquino, resumían su acción en tres palabras: Laudare, benedicere, praedicare, sin embargo sus principios básicos se rigen bajo la tradición católica impulsada por San Agustín de Hipona, patriarca y uno de los cuatro doctores de la iglesia católica.

Se caracterizan por el rezo a la virgen y el rosario, (las veritas), esta orden fue fundada por Santo Domingo y fue una de las primeras que se les otorgó la evangelización de América por parte del imperio español, de allí que las  región donde primariamente colonizaron los españoles llevan el nombre de su fundador, como por ejemplo la República Dominicana y su capital Santo Domingo, como la esquina de San Jacinto, Caracas, Venezuela, que es el nombre de el santo patrono de los dominicos.
Su presencia en América data desde 1514, apenas 20 años de la llegada de las primeras embarcaciones españolas a América. Su predicación a los pueblos originarios la basaban en un principio pacífico y predicación apostólica, es oportuno indicar que de esta orden perteneció Fray Bartolomé de Las Casas, quien denunció el genocidio indígena que cometían los españoles sobre las etnias americanas en una cruda carta al Rey,denominada Crónica de la Destrucción de Indias, que obligó a La Corona a tomar disposiciones de protección a los indígenas que en la realidad no se cumplieron.

Lo Religioso
Los dominicos llegan a Venezuela de manera pacífica, a través de la isla de Margarita que era ya habitada por los españoles, con la explotación salvaje a los indígenas guaiqueries en el comercio insustentable de las perlas. Para 1595 los dominicos en Caracas fundan el convento de San Jacinto, casa de formación humanista, filosófica, idioma latín, letras, oratoria y escolasticismo y construyen un pequeño templo que fue ampliado en toda su historia hasta cinco veces. En 1610 por petición al Cabildo, este les otorga los solares entre Dr. Paul y Los Chorros con acceso de agua y para la fuente benedicta de la obra de acueducto que se extendía a esta esquina.
En 1641, un sismo derrumba parte de su edificación, sin embargo se reconstruye, para 1661. De este seminario o convento en su templo se efectuaban procesiones de la cultura religiosa católica, bautizada como el Nazareno de San Jacinto y en este seminario fungió como lugar de enseñanza que hace inferir para muchos como la primera universidad del país.

Lo político
La plaza ya se perfilaba entre el uso religioso, como de uso de mercado popular, uso criticado y denunciado muchas veces por los Dominicos, este mercado fue resultado del crecimiento de la actividad comercial en la Plaza Mayor actual Plaza Bolívar que se hizo pequeño  a los mercaderes y que obligo a estos a expandirse a la Plaza de San Jacinto, es fácil presumir que en esas agrupaciones humanas era lugar de encuentros de todo tipo, desde citas románticas hasta de tertulias políticas, iban mujeres y hombres de distintas clases sociales,  desde las altas alcurnias criollas hasta etnias afrodescendientes, indios y blancos denominado de "orilla", donde debió tener su marcado nivel de discriminaciones y exclusiones y  donde no se hacían de esperar en sus espacios, los chismes que involucraban a las castas más puras del mantuanaje y el prelado, hasta las jergas revolucionarias y conspirativas contra el imperio español. Es oportuno indicar que esta cuadra colindaba con la casa de los Bolívar, donde hoy se denomina la casa natal de El Libertador, Simón Bolívar padre de Cinco Naciones, en su infancia debió tener estos espacio populoso como de uso habitual, allí tras el terremoto devastador de 1812 enfrentaría la arenga de algunos religiosos dominicos al pueblo, claramente perturbado achacando que la causa de la ira de Dios fue el haberse rebelado contra el rey español en 1810, sin embargo Bolívar enfrentó valientemente todo un poder político religioso con el pensamiento de la ilustración, cuando convencido del destino independiente de la patria exclamó a viva voz: ¡si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.

La plaza fue visitada por el muy reconocido Alejandro Von Humboldt, se dice que propuso en 1801 la construcción del Reloj Solar que se ubico en la plaza en un sitio que no es donde hoy se encuentra, para 1809 el espacio oriental de la plaza fue cedido formalmente al mercado.

El poder político de la Iglesia Católica había entrado en crisis en el mundo occidental, su tendencia conservadora hacia la monarquía absolutista rivalizaba con los nuevos pensamientos políticos constitucionales cuya propuesta de estado laico como base de las repúblicas fue contundente, y ante las victorias de los patriotas contra el dominio español en 1821, la República decreta la "ley de extinción de conventos", y en 1828 el Ayuntamiento ocupa el terreno hacia el este para su sede y otra para hacer una cárcel, la República de Venezuela separada de Colombia en 1830 confirma la supresión del convento con fecha 23 de Noviembre de 1837. Para evitar su demolición se le da uso como casa de beneficencia, cárcel, sede policía, y la ya utilizada sede del Ayuntamiento y mercado público.

Sin embargo, la plaza vivirá las revueltas, alzamientos e insurrecciones entre conservadores o godos y los liberales, en esta cárcel que ubicaron en la plaza fue apresado y condenado a muerte en 1845, Antonio Leocadio Guzmán, líder del Partido Liberal, quien luego se le conmutarían la pena al exilio durante el gobierno de José Tadeo Monagas. Años después durante la presidencia de Antonio Guzmán Blanco en honor a su padre Antonio Leocadio Guzmán, cambio el nombre de plaza de San Jacinto a Plaza El Venezolano, nombre del periódico que fundó su progenitor en 1840, como órgano informativo del partido liberal,  igualmente colocó la  estatua pedestre de Antonio Leocadio Guzmán en 1882, sin embargo, fue derribada  y repuesta en distintas oportunidades por Joaquín Crespo, pero finalmente fue demolida.

En el caso de la construcción de una obra para el  mercado, fue planteado durante el gobierno de José Antonio Páez en 1845, no obstante cincuenta años después en 1896 es cuando el arquitecto Hurtado Manrique da una propuesta seria, iniciándose con la demolición del convento y levantando el mercado sobre los mismos cimientos de la iglesia y del convento, aun hoy se encuentra sobreviviente de aquel pasado religioso histórico parte de la torreta, igualmente un amplio espacio lo ocupa el mercado de San Jacinto y las tradicionales piñaterías.
Torreta

Plaza comercial
Con la entrada del siglo XX, la Plaza El Venezolano es la plaza del pueblo, a diferencia de La Plaza Mayor que deja de ser mercado y pasa a llamarse Plaza Bolívar, esta era visitada por la élite caraqueña, su visita debía ser en vestimenta de etiqueta, medidas sectarias en claro desdén de los desposeídos, recordemos que es la época del pensamiento positivista proto-victoriano (cesarismo democrático) que justificaban la existencia de un césar como Juan Vicente Gómez  una civilización o barbarie. Lo cierto es que queda únicamente como mercado, el mercado de San Jacinto hasta 1953. Si bien la Plaza El Venezolano se reflejaba al pueblo llano, la Plaza Mayor rebautizada Plaza Bolívar solo podía ir en "frac o levita", "palto y corbata" y cualquiera que pasara con artículos del mercado o que no cumpliera la formalidad era arrestado sin miramientos, es decir que el mercado de San Jacinto y toda la Plaza El Venezolano se había convertido en la plaza popular, las políticas reformistas debido al voto popular y la opinión publica obligó a eliminar esta disposición.

Comercial, Monumental y recreacional

El Gobierno Nacional el 17/10/1977, la declaró monumento histórico nacional , y desde 2004 se inició un proceso de remoción y embellecimiento de esta plaza histórica, 
y en el año de 2005 en ocasión del 19 abril se inaugura un obelisco en honor a la independencia, donde contó con la presencia del Presidente Hugo Chávez quien vio con extrañeza y curiosidad dicha estructura, actualmente San Jacinto pertenece a los espacios turísticos-históricos del casco central, igualmente la plaza se realizan actividades culturales para los hombres y mujeres de la tercera edad.

Bibliografía
Ver adjunto





domingo, 13 de agosto de 2017

LA SUBLEVACIÓN Y DERROTA DE JOSÉ ANTONIO VÁSQUEZ Y PEDRO MARÍA FREITAS EN 1854.

PUGNA ENTRE EL MONAGATO Y EL PAECISMO
PASO A PASO LA SUBLEVACIÓN Y DERROTA DE JOSÉ ANTONIO VÁSQUEZ Y PEDRO MARÍA FREITAS EN 1854.
Por: Javier Alfredo Villamizar López

El 12 de julio de 1854 es la fecha en que un grupo de soldado se alzó en el occidente del país, exactamente en Barquisimeto. De los comunicados que venían e iban al Secretario de despacho de Guerra y Marina, Simón Planas, se conocen los nombres de estos sublevados: el comandante José Antonio Vásquez y el  coronel  Pedro María Freitas, ambos comandantes de las tropas de dicha Provincia.

El jefe de comando de Maracaibo, aliado al gobierno, es quien denuncia a la secretaría de Marina y Guerra sobre las primeras acciones de los insurrectos, como se desprende de los folios de dicha sección, la misma denuncia la sublevación de Vásquez en el momento de la movilización a Coro de sus  tropas acantonadas en Barquisimeto. Sin embargo, las medidas tomadas por el Gobierno Central de movilizar los comandos para contener a los insurrectos fueron tardías, pues los rebeldes habían tomado las ciudades de San Carlos y Guanare, sin mayores esfuerzos; la primera por Vásquez y la segunda por el Coronel Freites.

Las tropas del Gobierno dirigidas por el General en Jefe del Ejército Julián Castro, enfrentan a los sublevados que tenían la intención de desplazarse hacia la región centro costera, ciertamente para tomar Puerto Cabello y Valencia, como lo develan sus movimientos.

En San Carlos y Guanare la situación se habían tornado adversas para Vásquez;  el apoyo de  la población era nulo; la férrea resistencia del comandante monaguista Idelfonzo Sandoval en Guanare era insoslayable; y la llegada de las fuerzas de infantería y caballería de Julián Castro terminó por romper moralmente el ímpetu de las fuerzas sublevadas, esta primera batalla se inclinó a favor el gobierno de los Monagas provocando una gran cantidad de deserciones en los alzados, los rebeldes decidieron el repliegue a los pueblos vecinos de Araure y Bejuma.

En Bejuma, los rebeldes militares habían preparado como medidas de contraataque mediante el uso de "casa artilladas", así fue denominada esta estratégica acción de los insurrectos, en los oficios enviados al Secretario del Ministerio de Guerra y Marina. Julián  Castro que venían en su persecución hacia Bejuma fue sorprendido por esta estratégica acción  y la envestida fue tan intensa que detuvo al ejército gubernamental, donde esta vez los alzados podían propinarle una grave derrota y poner en jaque el estado, por lo cual, tuvo que recurrir de inmediato a solicitar apoyo de las comandos de Valencia, Puerto Cabello, Aragua y Calabozo para romper el sitio.

En el seno del poder ejecutivo se convocó al Consejo de Gobierno, máxima instancia consultiva,  y se decidió aumentar las fuerzas gubernamentales a 20 mil hombres, para enfrentar el levantamiento,  situación muy oportuna para solicitar un empréstito de un millón de pesos y endeudar al país.

Las distintas guarniciones cercanas a la batalla en Bejuma preparan el apoyo a Julián Castro, como por ejemplo: el jefe político de Aragua, Francisco Linares Alcántara que envió escuadras de infantería y caballería de San Sebastián y Villa de Cura en apoyo a las fuerzas del Gobierno, Alcántara arengó a los soldados manifestando el horror por los delitos y crímenes graves cometidos por los alzados en Barquisimeto (buena manipulación quizás) en contra de este alzamiento en occidente , cabe destacar que Francisco Linares Alcántara también seria Presidente de Venezuela.

El otro contingente que se esperaba con premura, era el de Calabozo ubicado en una de las provincias más significativas el periodo por vivir sus hacendados cierto periodo de ostentosidad, sin embargo, no se concretó, se develó que el  gobernador de Guárico  estaba siendo acusado de apoyar las actividades  conspirativas de los rebeldes, en los folios se recoge la denuncia hecha por el Comandante de Plaza Lino Linares cuando informa a su superior José Hernández Comandante de Operaciones de Guárico, que el gobernador de Guárico Juan R. Forta “tenía una actitud renuente de habilitar 500 unidades de caballería” e inclusive indica textualmente “se presentaba indulgente hacia los insurrecto” , esto provocó la inmediata destitución y sustitución del gobernador por Wenseslao Casado, aun así, el exgobernador se mantenía en actitud de desacató con un grupo de hombres armados y a caballo, manteniendo en zozobra e incertidumbre el poblado,  Manuel María Garica vecino de la ciudad, mostró su preocupación por ver un grupo de personas bajo órdenes del exgobernador  realizando movimientos nocturnos.

Es importante acotar, más allá de esta situación de Guárico, los rumores sobre la invasión de José Antonio Páez en el oriente del país,  el Gobierno Central a través de la Secretaria del Despacho de Guerra y Marina envía un comunicado a los jefes de comandos, principalmente los de Guayana, donde se ordena activar las escuadras de Upata y las Flecheras Bolívar, ante la posible invasión de Páez desde el extranjero, se ordena una especie de estado de sitio en la Provincia de Guayana para realizar un fuerte control de entrada y salida de dicha provincia.  

Pero todo no fue noticias desconcertantes, en el frente de batalla de  Bejuma los rebeldes no logran contener la envestida de Julián Castro por lo cual la situación bélica se inclina totalmente a favor del gobierno central, asimismo las acciones  decisivas del comandante  Ramón Guarandequin logran la victoria y  la rendición de los sublevados en  su último reducto en Montalbán,   y ante la huida hacia las costas de muchos insurrectos se envió una alerta a los apostaderos navales de Puerto Cabello para evitar el escape por dicha vía marítima.   
FUENTES 
AGN-C., Sección Guerra y Marina, 1854