PUGNA ENTRE EL MONAGATO Y EL PAECISMO |
PASO A PASO LA
SUBLEVACIÓN Y DERROTA DE JOSÉ ANTONIO VÁSQUEZ Y PEDRO MARÍA FREITAS EN 1854.
Por: Javier Alfredo Villamizar López
El 12 de julio de 1854 es la fecha en que un grupo de soldado
se alzó en el occidente del país, exactamente en Barquisimeto. De los
comunicados que venían e iban al Secretario de despacho de Guerra y Marina,
Simón Planas, se conocen los nombres de estos sublevados: el comandante José
Antonio Vásquez y el coronel Pedro María Freitas, ambos comandantes de las
tropas de dicha Provincia.
El jefe de comando de Maracaibo, aliado al gobierno, es quien
denuncia a la secretaría de Marina y Guerra sobre las primeras acciones de los
insurrectos, como se desprende de los folios de dicha sección, la misma
denuncia la sublevación de Vásquez en el momento de la movilización a Coro de
sus tropas acantonadas en Barquisimeto.
Sin embargo, las medidas tomadas por el Gobierno Central de movilizar los
comandos para contener a los insurrectos fueron tardías, pues los rebeldes
habían tomado las ciudades de San Carlos y Guanare, sin mayores esfuerzos; la
primera por Vásquez y la segunda por el Coronel Freites.
Las tropas del Gobierno dirigidas por el General en Jefe del
Ejército Julián Castro, enfrentan a los sublevados que tenían la intención de
desplazarse hacia la región centro costera, ciertamente para tomar Puerto
Cabello y Valencia, como lo develan sus movimientos.
En San Carlos y Guanare la situación se habían tornado
adversas para Vásquez; el apoyo de la población era nulo; la férrea resistencia
del comandante monaguista Idelfonzo Sandoval en Guanare era insoslayable; y la
llegada de las fuerzas de infantería y caballería de Julián Castro terminó por
romper moralmente el ímpetu de las fuerzas sublevadas, esta primera batalla se
inclinó a favor el gobierno de los Monagas provocando una gran cantidad de
deserciones en los alzados, los rebeldes decidieron el repliegue a los pueblos
vecinos de Araure y Bejuma.
En Bejuma, los rebeldes militares habían preparado como
medidas de contraataque mediante el uso de "casa artilladas", así fue
denominada esta estratégica acción de los insurrectos, en los oficios enviados
al Secretario del Ministerio de Guerra y Marina. Julián Castro que venían en su persecución hacia
Bejuma fue sorprendido por esta estratégica acción y la envestida fue tan intensa que detuvo al
ejército gubernamental, donde esta vez los alzados podían propinarle una grave
derrota y poner en jaque el estado, por lo cual, tuvo que recurrir de inmediato
a solicitar apoyo de las comandos de Valencia, Puerto Cabello, Aragua y
Calabozo para romper el sitio.
En el seno del poder ejecutivo se convocó al Consejo de
Gobierno, máxima instancia consultiva, y
se decidió aumentar las fuerzas gubernamentales a 20 mil hombres, para
enfrentar el levantamiento, situación
muy oportuna para solicitar un empréstito de un millón de pesos y endeudar al
país.
Las distintas guarniciones cercanas a la batalla en Bejuma
preparan el apoyo a Julián Castro, como por ejemplo: el jefe político de
Aragua, Francisco Linares Alcántara que envió escuadras de infantería y
caballería de San Sebastián y Villa de Cura en apoyo a las fuerzas del
Gobierno, Alcántara arengó a los soldados manifestando el horror por los
delitos y crímenes graves cometidos por los alzados en Barquisimeto (buena
manipulación quizás) en contra de este alzamiento en occidente , cabe destacar
que Francisco Linares Alcántara también seria Presidente de Venezuela.
El otro contingente que se esperaba con premura, era el de
Calabozo ubicado en una de las provincias más significativas el periodo por
vivir sus hacendados cierto periodo de ostentosidad, sin embargo, no se
concretó, se develó que el gobernador de
Guárico estaba siendo acusado de apoyar
las actividades conspirativas de los
rebeldes, en los folios se recoge la denuncia hecha por el Comandante de Plaza
Lino Linares cuando informa a su superior José Hernández Comandante de
Operaciones de Guárico, que el gobernador de Guárico Juan R. Forta “tenía una
actitud renuente de habilitar 500 unidades de caballería” e inclusive indica
textualmente “se presentaba indulgente hacia los insurrecto” , esto provocó la
inmediata destitución y sustitución del gobernador por Wenseslao Casado, aun
así, el exgobernador se mantenía en actitud de desacató con un grupo de hombres
armados y a caballo, manteniendo en zozobra e incertidumbre el poblado, Manuel María Garica vecino de la ciudad,
mostró su preocupación por ver un grupo de personas bajo órdenes del
exgobernador realizando movimientos
nocturnos.
Es importante acotar, más allá de esta situación de Guárico,
los rumores sobre la invasión de José Antonio Páez en el oriente del país, el Gobierno Central a través de la Secretaria
del Despacho de Guerra y Marina envía un comunicado a los jefes de comandos,
principalmente los de Guayana, donde se ordena activar las escuadras de Upata y
las Flecheras Bolívar, ante la posible invasión de Páez desde el extranjero, se
ordena una especie de estado de sitio en la Provincia de Guayana para realizar
un fuerte control de entrada y salida de dicha provincia.
FUENTES
AGN-C., Sección Guerra y Marina,
1854
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